Las investigaciones forenses utilizan diversas técnicas para analizar la evidencia y esclarecer crímenes.
Cada persona tiene huellas únicas .
Ejemplo: Un ladrón dejó una huella en una ventana rota y se identificó con una base de datos de delincuentes.
Los médicos forenses examinan cadáveres para determinar:
Ejemplo: Un cadáver encontrado con marcas en el cuello puede indicar estrangulación en lugar de un suicidio.
El ADN es una de las pruebas más sólidas en la investigación criminal. Puede obtenerse de sangre, saliva, huesos, piel y otros tejidos.
Ejemplo: Un violador dejó rastros de su ADN en la víctima y fue identificado con pruebas genéticas.
El estudio de insectos en un cadáver puede determinar el tiempo de muerte.
Ejemplo: Si un cuerpo tiene larvas de una especie que tarda 48 horas en aparecer, significa que la muerte ocurrió al menos dos días antes.
La forma en que la sangre se dispersa en una escena puede indicar:
Ejemplo: Un asesino intentó fingir un suicidio, pero la distribución de la sangre demostró que la víctima fue atacada.
Los criminólogos analizan patrones de comportamiento para identificar y atrapar delincuentes.
Ejemplo: Un asesino en serie que elige víctimas con características similares puede ser rastreado a partir de su patrón de ataque.