Algunos de los inventos más importantes de la historia no fueron planeados, sino que surgieron por accidente mientras se investigaban otras cosas. Un caso emblemático es el de la penicilina, descubierta en 1928 por Alexander Fleming cuando dejó accidentalmente una placa de bacterias expuesta y notó que un moho había eliminado las colonias bacterianas, dando origen a los antibióticos .Otro invento accidental es el microondas, descubierto por Percy Spencer en 1945 cuando un radar militar derritió la barra de chocolate que llevaba en su bolsillo, lo que lo llevó a desarrollar el primer horno de microondas. El teflón, el material antiadherente de muchas sartenes, fue descubierto en 1938 por Roy Plunkett mientras intentaba desarrollar un nuevo gas refrigerante. El rayón, un tejido sintético usado en la industria textil, se creó cuando un químico derramó accidentalmente una mezcla de celulosa y ácidos y descubrió que formaba una fibra resistente. Otro invento accidental es el Post-it, que nació cuando Spencer Silver, un científico de 3M, intentaba crear un adhesivo fuerte y terminó con un pegamento débil pero reutilizable, lo que llevó a la invención de las notas adhesivas. La coca-cola también fue un accidente, ya que originalmente se creó como un remedio medicinal, pero al mezclarla con agua carbonatada, se convirtió en la bebida mundialmente conocida. Otro caso curioso es el horno de autolimpieza, que surgió cuando un ingeniero descubrió que al elevar la temperatura de un horno a cierto nivel, la grasa y los residuos se quemaban sin dejar cenizas. Finalmente, los rayos X fueron descubiertos accidentalmente en 1895 por Wilhelm Röntgen cuando notó que un tipo de radiación desconocida atravesaba ciertos materiales y proyectaba imágenes de huesos en una pantalla, revolucionando la medicina.