Entre los fans de Dragon Ball, el debate es eterno: ¿es Goku un mal padre? ¿Es cierto que Vegeta lo supera en paternidad? ¿Acaso Piccolo fue el verdadero mentor de Gohan? La respuesta, como en muchas cosas, no es blanca o negra, sino un espectro de matices que nos obliga a analizar su rol más allá de la batalla y los torneos de poder.
Ser padre no es solo engendrar o adoptar un hijo, sino asumir la responsabilidad de su crianza. Existen tres pilares fundamentales que definen la paternidad:
Con estos puntos en mente, analicemos el desempeño de Goku.
Desde el inicio, Goku ha sido un pésimo proveedor .
Goku no solo es un mal proveedor, sino que tampoco se involucra activamente en la educación de Gohan. No se preocupa por su aprendizaje ni su inserción en la sociedad. Mientras Milk insiste en que su hijo estudie y tenga un futuro estable, Goku solo quiere que sea fuerte. De hecho, en la saga de Cell, su falta de comprensión sobre la personalidad de Gohan lo lleva a tomar decisiones irresponsables, como enviarlo a pelear sin medir las consecuencias.
En cuanto a Goten, su segundo hijo, Goku ni siquiera estuvo presente durante su infancia, ya que decidió quedarse en el Otro Mundo después de la batalla contra Cell. Es decir, abandonó a su familia por una decisión completamente personal.
Aquí es donde Goku compensa parte de sus errores. A pesar de sus fallas, se preocupa genuinamente por sus hijos y muestra afecto por ellos. Sin embargo, el amor no es suficiente si no va acompañado de responsabilidad y presencia activa.
Con la llegada de Goten en Dragon Ball Super, vemos un cambio en su actitud. Ahora trabaja para sustentar a su familia (aunque sea para que Milk no lo regañe) y tiene una mejor relación con su hijo. Esto sugiere que con la experiencia, Goku mejora y comienza a asumir su rol de manera más equilibrada.
Goku no es el peor padre del mundo, pero tampoco es un modelo a seguir. Su desinterés por la estabilidad familiar y la educación de sus hijos lo colocan en una posición negativa, pero su afecto y evolución con el tiempo lo redimen parcialmente. Podría decirse que en Dragon Ball Z es un padre negligente, mientras que en Super se convierte en alguien más responsable.
En conclusión, si lo situamos en un espectro, Goku se encuentra entre un padre mediocre y uno deficiente, con una mejora notable en su etapa más reciente. Y aunque su evolución es positiva, sigue quedando lejos de ser un ejemplo de paternidad ideal.