Si estás leyendo esto, es porque estás en un punto extraño de tu vida. No estás donde solías estar, pero tampoco donde quisieras estar. Estás atrapado entre dos fases.
Tal vez no estás completamente perdido, sabes más o menos hacia dónde quieres ir, pero las piezas no terminan de encajar .
Esta sensación es confusa. Un día te despiertas con energía, convencido de que tu gran oportunidad está a la vuelta de la esquina. Al siguiente, te preguntas si acaso estás perdiendo el tiempo.
Pero aquí está la verdad: esto no es un fracaso, es una fase.
Casi todas las personas que han llegado lejos han pasado por esto. Han sentido lo mismo. La diferencia es que no se detuvieron.
Si estuvieras perdido en el bosque, ¿qué harías? Caminar. Porque si te quedas quieto, nunca saldrás.
Así es la vida. No vas a descubrir la dirección correcta solo pensando en ella. Tienes que moverte.
? No sabes qué camino tomar. Prueba uno.? No tienes claro qué hacer. Haz algo.? ¿Y si te equivocas? Entonces sabrás que ese no es el camino.
El mayor error es quedarse atrapado en la duda, esperando claridad antes de actuar. Pero la claridad llega con el movimiento.
Nadie tiene todo resuelto al empezar. No necesitas saber cada paso. Solo necesitas dar el primero.