La mayoría de las personas creen que la clave del éxito es la disciplina y la fuerza de voluntad. Pero, ¿y si te dijera que la verdadera clave está en la pereza? Sí, así como lo lees. Tu pereza puede ayudarte a construir hábitos positivos y eliminar los negativos, siempre y cuando sepas cómo usarla a tu favor.
La razón es simple: el cerebro humano siempre busca el camino de menor esfuerzo .
Por otro lado, los hábitos positivos como leer, hacer ejercicio o aprender algo nuevo suelen requerir más energía para comenzar. Y entre más esfuerzo implique una acción, menos probabilidades hay de que la hagamos.
Entonces, ¿cómo podemos engañar a nuestro cerebro para que elija hábitos positivos en lugar de los negativos?
El psicólogo Shawn Achor, en su libro La felicidad como ventaja, explica un truco sencillo para construir buenos hábitos: disminuir al máximo el esfuerzo inicial para realizarlos. La clave está en reducir el tiempo de preparación a cero o lo más cercano posible.
Un ejemplo práctico: Achor quería tocar la guitarra todos los días, pero cada vez que lo intentaba, terminaba abandonando el hábito. ¿El problema? Guardaba su guitarra en el armario, lo que significaba que tenía que gastar 20 segundos en sacarla cada vez que quería tocar. Su solución fue simple: dejó la guitarra en un soporte en su sala, siempre lista para usar. En pocas semanas, logró tocar todos los días sin fallar.
Tú puedes aplicar esta regla en tu vida con pequeños cambios:
✅ ¿Quieres hacer ejercicio en la mañana? Deja tu ropa deportiva lista la noche anterior.✅ ¿Quieres leer más y dejar el celular? Pon un libro en tu mesa de noche y deja el teléfono lejos de la cama.✅ ¿Quieres beber más agua y menos refrescos? Lleva siempre una botella de agua contigo.✅ ¿Quieres escribir más? Deja un cuaderno y un bolígrafo en tu escritorio antes de dormir.
Así como puedes facilitar los hábitos positivos, también puedes hacer que los malos hábitos sean más difíciles de iniciar. Entre más obstáculos pongas, menos ganas tendrás de hacerlo.
? ¿Pasas mucho tiempo en redes sociales? Elimina las apps de tu teléfono y accede solo desde un navegador. O mejor aún, pídele a alguien que cambie tus contraseñas.? ¿Ves demasiada televisión? Retira las pilas del control remoto y guárdalas lejos. O deja un libro cerca para que sea más fácil leer que buscar las pilas.? ¿Te distraes con el celular mientras trabajas? Déjalo en otra habitación o en un cajón cerrado.
El secreto no es obligarte a ser disciplinado todo el tiempo, sino hacer que los buenos hábitos sean más fáciles de iniciar y los malos más difíciles. No luches contra la pereza, úsala a tu favor.
