Iniciar una rutina de ejercicio puede ser un desafío, pero con la estrategia adecuada es posible mantener la motivación y convertirlo en un hábito. Lo primero es fijar un objetivo claro y realista, como mejorar la resistencia, ganar fuerza o simplemente sentirse mejor .Elegir una actividad que realmente guste es clave, ya sea caminar, bailar, hacer yoga o levantar pesas, ya que disfrutar del ejercicio aumenta la probabilidad de mantenerlo en el tiempo. También es importante empezar poco a poco, con sesiones cortas de 10 a 15 minutos, e ir aumentando progresivamente para evitar el agotamiento. Crear una rutina y asociar el ejercicio con otro hábito diario, como escuchar música o un podcast favorito mientras se entrena, puede hacer que la actividad sea más placentera. Para mantenerse motivado, llevar un registro de los avances y celebrar pequeñas victorias, como completar una semana de entrenamientos, ayuda a reforzar el compromiso. Otro truco útil es preparar la ropa y los accesorios con anticipación para eliminar excusas y asegurarse de hacer ejercicio sin pensarlo demasiado. Además, encontrar un compañero de entrenamiento o unirse a una comunidad fitness puede hacer que el proceso sea más divertido y motivador. Finalmente, recordar que los resultados no son inmediatos y que la clave del éxito está en la constancia, hará que el ejercicio se convierta en una parte natural de la rutina sin esfuerzo.