Dos Vidas, Un Destino ???
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Alicia y Sofía nacieron el mismo día, en el mismo hospital, pero en hogares distintos. Sus madres jamás imaginaron que una terrible confusión cambiaría sus vidas para siempre .
 

Alicia creció en una familia adinerada, rodeada de lujos y comodidades. Sus padres le dieron todo lo que podía desear, menos amor. Siempre estuvo bajo la presión de ser perfecta: la mejor estudiante, la más educada, la hija ejemplar. Su vida estaba planificada al milímetro, sin espacio para errores ni sueños propios.  

Sofía, en cambio, vivió en un barrio humilde, criada por una madre soltera que hacía lo imposible por darle una vida digna. No tenía lujos, pero sí amor, risas y libertad. Creció soñando con un futuro mejor, con la esperanza de salir adelante a pesar de las dificultades.  

El destino las unió de la forma más inesperada. Un día, en la universidad, Sofía fue a una entrevista de trabajo en la empresa del padre de Alicia. Cuando entró en la oficina, todos se quedaron en silencio. Su parecido con Alicia era asombroso. Murmullos comenzaron a correr por la empresa, y no tardó en llegar a oídos de Alicia.  

El encuentro entre ambas fue impactante. Se miraron fijamente, como si estuvieran frente a un espejo. El miedo, la curiosidad y una extraña conexión surgieron de inmediato. Decidieron investigar juntas y, después de semanas de dudas, pruebas y secretos descubiertos, encontraron la verdad: habían sido separadas al nacer.  

La revelación lo cambió todo. Alicia sintió que su vida perfecta era una mentira, que su verdadera madre había vivido con carencias mientras ella disfrutaba de riquezas. Sofía, por otro lado, no podía evitar preguntarse cómo habría sido su vida si hubiera crecido en una familia acomodada.  

Intentaron acercarse a sus familias biológicas, pero las heridas del pasado eran profundas. Las madres, al descubrir la verdad, enfrentaron un dolor inimaginable. Alicia y Sofía intentaron mantenerse unidas, pero la verdad las golpeó de diferentes maneras. Los celos, el resentimiento y la culpa comenzaron a crecer entre ellas.  

Un día, en medio de una discusión, Alicia gritó:  
—¡Tú te quedaste con mi madre y yo con la tuya! ¡Nos robaron la vida que nos correspondía!  
Sofía, con los ojos llenos de lágrimas, respondió:  
—¿Y qué hacemos con eso? ¿Odiarnos? ¡Nosotras no tenemos la culpa!  

La verdad las había unido, pero también las estaba separando. Con el tiempo, entendieron que no podían cambiar el pasado, pero sí decidir su futuro. Dejaron de compararse, de culparse y comenzaron a construir su propia relación, una donde no eran solo "las hijas intercambiadas", sino hermanas que el destino había separado… pero que también había reunido.
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