La Bella Otero, cuyo nombre verdadero era Agustina Carolina del Carmen Otero Iglesias, nació el 4 de noviembre de 1868 en Valga, España. Hija de una madre soltera y muy pobre, tuvo una infancia complicada y casi no tuvo acceso a una educación formal .
En su juventud, trabajó en una compañía de cómicos ambulantes portugueses y realizó varios trabajos simples para sobrevivir. En 1888, conoció en Barcelona a un banquero llamado Ernest Jurgens que quería promocionarla como bailarina en Francia y la llevó a Marsella. Pronto, comenzó a promoverse a sí misma hasta hacerse conocida en toda Francia como La Bella Otero.
En la promoción de su carrera, resaltaba su origen español, muy exótico en Francia en aquella época, y se presentaba como andaluza y de origen gitano. Realizó giras por el mundo como bailarina exótica y actriz, logrando fama internacional. Se sabe que actuó en Nueva York en 1890, además de visitar otros países como Argentina, Cuba y Rusia.
Otero actuó durante muchos años en París en el Folies Bergère, donde era la estrella, y en el Cirque d’Été, convirtiéndose en una de las primeras artistas españolas reconocidas internacionalmente. Su belleza y su talento la convirtieron rápidamente en una figura consagrada en lo que era la capital cultural de occidente.
Hacia 1900, ya era todo un símbolo sexual de “La Belle Époque” parisina, triunfadora tanto en los escenarios del teatro como en el amor, y dueña de una gran fortuna que gastaba en el Casino de Montecarlo y en joyas impresionantes. Se estima que en ese entonces su fortuna era de unos dieciséis millones de dólares, lo que en aquella época era una cantidad enorme.
Finalmente, La Bella Otero falleció el 12 de abril de 1965 en Niza, Francia. Su vida, llena de contrastes y dificultades, la convirtió en una de las figuras más importantes de la Belle Époque francesa en los círculos artísticos y la vida galante La Bella Otero, cuyo nombre verdadero era Agustina Carolina del Carmen Otero Iglesias, nació el 4 de noviembre de 1868 en Valga, España. Hija de una madre soltera y muy pobre, tuvo una infancia complicada y casi no tuvo acceso a una educación formal. A los diez años, vivió una experiencia terrible que la dejó estéril y la llevó a escaparse de casa. Después de marcharse, decidió usar su segundo nombre, Carolina, en lugar del primero, Agustina.
Finalmente, La Bella Otero falleció el 12 de abril de 1965 en Niza, Francia. Su vida, llena de contrastes y dificultades, la convirtió en una de las figuras más importantes de la Belle Époque francesa en los círculos artísticos y la vida galante de París..de París..de París..