La negociación no es solo estrategia y lógica; también es un juego de emociones y tiempo. Los mejores negociadores no solo dominan los números y argumentos, sino que saben controlar sus emociones y usar el tiempo a su favor.
Cuando dejas que las emociones te dominen, tomas decisiones impulsivas, aceptas malos acuerdos o pierdes la confianza de la otra parte .
Aquí te explico cómo controlar ambos factores para negociar con éxito.
Las emociones pueden ser tu mejor aliada o tu peor enemiga en una negociación. Cuando te alteras, pierdes objetividad y puedes caer en trampas como aceptar una oferta mala por presión o reaccionar de forma agresiva.
❌ Tomarlo como algo personal – Si alguien rechaza tu propuesta, no es un ataque contra ti. Mantén la calma y sigue negociando.
❌ Responder con enojo o frustración – Un negociador agresivo o impaciente espanta oportunidades. Si sientes que te alteras, respira profundo antes de hablar.
❌ Miedo a perder la oportunidad – No aceptes cualquier trato solo porque temes perderlo. Si una oferta no te conviene, ten el coraje de decir NO.