Suelo seguir aferrandome a tu recuerdo, a ese amor que olvidaste ya hace un tiempo, me aferro a ti, a lo que una ves fuimos, y es que ¿como no hacerlo?
Desde que nos conocimos, esa vez bailando algo tan peculiar para ser nuestro primer baile, entraste en mi corazón, en mi vida, haciéndome creer que podías ser tan perfecto, con tu forma de hablarme al odio, diciéndome que todo estaba bien, que nosotros íbamos a estar bien y así empezó todo.
Al día siguiente me llegó mensaje tuyo, ese nombre y ese rostro que vi en tu perfil, aún no había salido de mi memoria, quisiste que nos conociéramos, y yo con miedo a las ilusiones me cerré contigo, tal vez te dije que no era el momento, pero siempre te tuve en cuenta, no hubo un solo día en el que no habláramos.
Hablamos de nuestros miedos, nuestros aspectos y defectos, tu siempre haciéndolo con palabras bonitas, haciendome creer que podríamos ser los indicados. .