Mantener una alimentación balanceada no significa seguir una dieta estricta, sino aprender a organizar mejor tus comidas para que sean nutritivas y satisfactorias. Planificar con anticipación te ayuda a comer mejor, ahorrar tiempo y evitar caer en opciones poco saludables.

Una buena estrategia es dividir tu plato en proporciones adecuadas .La mitad de tu plato debe estar compuesta por verduras, un cuarto por proteínas como pollo o huevos, y el otro cuarto por carbohidratos como arroz o avena. Esta combinación te ayudará a obtener todos los nutrientes esenciales sin excesos.

También es útil establecer horarios regulares para comer. Saltarse comidas puede llevar a comer en exceso más tarde o elegir opciones menos saludables. Si no desayunas, asegúrate de que tu primera comida del día sea balanceada y te proporcione suficiente energía.

Otra clave es preparar comidas con anticipación. Cocinar una mayor cantidad de arroz, habichuelas o pollo te permite tener porciones listas para diferentes momentos del día, facilitando la alimentación sin esfuerzo adicional. Con un poco de planificación, puedes asegurarte de que cada comida contribuya a tu bienestar.