El cuerpo es un reflejo de nuestras emociones. Un corazón adolorido deja huella en los músculos tensos, en la fatiga constante, en el peso que se siente al despertar .
Descansar no es solo dormir. Es permitirle al cuerpo soltar lo que no necesita, respirar con calma, moverse sin tensión. Es cerrar los ojos sin que la mente siga corriendo, es encontrar un momento de paz en medio del caos interno.
A veces, el descanso es un acto de amor propio. No siempre es fácil cuando la mente insiste en mantenerse activa para evitar sentir. Pero el cuerpo también necesita ser escuchado. ¿Cómo se siente el tuyo ahora?