Ocupar la mente puede ser un alivio temporal para un corazón adolorido. El trabajo, el ejercicio, los proyectos personales o incluso sumergirse en una historia pueden servir como refugio .
Si lo que buscas es distraerte, ¿qué te funciona mejor? ¿Crear algo, moverte, aprender algo nuevo? Y si lo que necesitas es procesar el dolor, tal vez puedas darte un momento para sentirlo sin miedo. Porque a veces, enfrentarlo es el primer paso para sanarlo.
Cuéntame, ¿en qué estás ocupando tu mente ahora?