Los conejos, criaturas generalmente asociadas con la ternura y la inocencia, tienen una historia fascinante que los vincula con lo macabro y lo perturbador. ¿Cómo es posible que estas pequeñas criaturas peludas hayan llegado a representar violencia y terror? A lo largo de los siglos, su simbolismo ha evolucionado y, en ciertos casos, se ha distorsionado hasta convertirse en un ícono de horror .
Desde los relatos medievales, donde los conejos eran mostrados en escenas de violencia en los márgenes de los manuscritos, hasta películas como Watership Down de 1978, donde se presenta una brutalidad impensable de estos animales, su imagen inocente comienza a desdibujarse. En Watership Down, por ejemplo, los conejos luchan contra la opresión, enfrentándose a la crueldad de sus depredadores y, lo más impactante, entre ellos mismos. Este contraste entre su apariencia suave y la violencia que experimentan o provocan crea una sensación inquietante en la audiencia.
Pero, ¿por qué los conejos, una criatura tan comúnmente asociada con la paz y la calma, evocan este tipo de temor? Un factor clave es la forma en que las figuras inocentes se transforman en algo más siniestro dentro del cine de terror y la literatura. El caso más emblemático es Donnie Darko, donde el personaje de Frank, el conejo, aparece como una figura perturbadora, casi mitológica, que simboliza la muerte y la confusión existencial. En este caso, el conejo no es solo un animal, sino una manifestación del miedo humano y la fragilidad.
Este tipo de simbolismo también aparece en películas como Us de Jordan Peele, donde los conejos están involucrados en escenas de experimentación y violencia. Peele, quien confesó su temor a los conejos, utiliza su naturaleza aparentemente inofensiva para crear una atmósfera de terror. En este sentido, los conejos funcionan como una representación de la dualidad: por un lado, son adorables, y por el otro, su mirada fría y calculadora deja entrever algo más siniestro.
La relación de los conejos con el miedo también tiene raíces en las creencias y supersticiones de otras épocas. En la Edad Media, por ejemplo, se les asociaba con la brujería y la fertilidad, dos conceptos que, en ese entonces, se vinculaban a lo oscuro y lo desconocido. Con el tiempo, los conejos fueron representados como los animales de las brujas, a menudo vistos como mensajeros o incluso como símbolos de engaño.
En la cultura popular moderna, los conejos continúan siendo utilizados en contextos inquietantes. Desde la figura del conejo de Pascua, que, aunque tiene una imagen festiva, en algunos relatos está relacionado con rituales de resurrección, hasta su aparición en videojuegos de terror, donde se transforman en entidades macabras. Todo esto contribuye a que los conejos, criaturas asociadas a la calma y la dulzura, se conviertan en un símbolo de lo extraño y lo aterrador.