La emoción del miedo, ese cosquilleo en la piel al ver una película de terror, es algo que muchos disfrutamos. Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué pasaría si esa sensación de seguridad, al estar en tu hogar, fuera solo una ilusión? ¿Qué pasaría si las películas de horror, además de asustarnos, pudieran causarnos daño real? Este enigma, aunque suene a ficción, está más cerca de lo que muchos creen.
Las películas de terror, por naturaleza, exploran los rincones más oscuros de la mente humana .
La tragedia ha tocado a muchos involucrados en la creación de películas de terror. Desde actores hasta productores, varios filmes han sido maldecidos por la muerte repentina de personas vinculadas a ellos. ¿Casualidad o destino? "Poltergeist", "El Exorcista", y "La Profecía" son solo algunos de los títulos tristemente célebres por las tragedias que rodearon su producción. Pero, ¿qué pasa cuando no solo los involucrados en la película, sino también los espectadores se ven afectados?
Recientemente, en Perú, se reportó un caso aterrador relacionado con la película El Exorcista Creyente. Durante una proyección, un hombre comenzó a convulsionar y a emitir espuma por la boca, justo al mismo tiempo que una escena de posesión aparecía en la pantalla. El espectáculo, al principio, fue interpretado como una broma, pero rápidamente la situación se tornó más grave. Tras ser trasladado al hospital, se certificó su muerte, sin poder encontrar una causa clara. Ningún ataque cardíaco ni asfixia explicaron su trágica partida.
Este tipo de fenómenos no son nuevos. A lo largo de la historia, otras películas de terror, como El Experimento del Doctor Qum, también han sido vinculadas a muertes misteriosas, algunas incluso en salas de cine. Los testimonios se repiten: personas que mueren sin razón aparente, mientras están bajo la influencia de una historia que juega con sus miedos más profundos.
En 2016, otro caso extraño ocurrió en India, durante la proyección de El Conjuro 2. Un hombre de 65 años comenzó a gritar que algo lo "tenía". El público pensó que era una reacción exagerada, hasta que, poco después, cayó muerto. Lo más desconcertante fue que, al analizar su cuerpo, los médicos no pudieron encontrar una causa clara de su muerte. Pero lo más inquietante de todo fue lo que sucedió después: la ambulancia que debía trasladar el cadáver desapareció misteriosamente, dejando a las autoridades con más preguntas que respuestas.
Estos casos, aunque difíciles de comprender, parecen alimentar las teorías sobre la conexión entre el cine de terror y lo paranormal. ¿Es posible que las películas de terror sean más que simples historias de ficción? ¿Puede haber algo en esos relatos que, de alguna manera, atraiga a fuerzas más allá de nuestro entendimiento?
