El bienestar sexual es una parte importante de la vida, pero muchas veces desconocemos que existen trastornos sexuales poco conocidos que pueden afectar profundamente a quienes los padecen. Aunque la mayoría de nosotros está familiarizado con los trastornos sexuales más comunes, hay algunos que, por su rareza, pasan desapercibidos .
Imagina hablar, acariciar o incluso intentar tener relaciones sexuales, todo mientras estás profundamente dormido. Esto es lo que experimentan las personas con sexsomnia, un trastorno en el que el afectado realiza conductas sexuales mientras está en un estado de sueño profundo, sin recordar nada al despertar. Este trastorno es más común en hombres y, aunque es poco conocido, puede tener consecuencias graves tanto para la persona afectada como para su pareja.
El deseo sexual no siempre es constante, pero cuando este se ve ausente por largos períodos de tiempo, puede ser señal de un trastorno. El TDSH se caracteriza por una falta persistente de deseo o fantasías sexuales, lo cual puede generar angustia emocional en quienes lo padecen. Aproximadamente un 32% de las mujeres y un 15% de los hombres experimentan una disminución significativa de su deseo sexual, lo que afecta gravemente sus relaciones personales.
Mientras que algunas personas pueden simplemente tener un bajo deseo sexual, otras desarrollan una aversión total al sexo. Este trastorno puede llevar a quienes lo padecen a evitar por completo el contacto sexual, y es mucho más severo que el TDSH. La aversión al sexo puede ser provocada por factores psicológicos o físicos, y afecta tanto la vida sexual como las relaciones de pareja, generando una profunda desconexión emocional.
Este trastorno genera una sensación de excitación genital persistente y espontánea que resulta completamente incómoda para quienes lo sufren. La excitación, a menudo acompañada de orgasmos involuntarios, no tiene ningún tipo de estímulo emocional o físico previo. Aunque es más común en mujeres, los casos de TEGP pueden ser extremadamente molestos y dificultar el día a día de quienes lo padecen.
La eyaculación retrógrada ocurre cuando el semen, en lugar de salir del cuerpo durante el orgasmo, se redirige hacia la vejiga. Este trastorno puede ser causado por medicamentos, diabetes no controlada, o problemas en la próstata. A menudo, este trastorno pasa desapercibido y afecta la vida sexual de los hombres, además de generar un gran malestar físico y emocional al no comprender la causa del fenómeno.
El POIS es un trastorno poco conocido pero extremadamente debilitante. Después de un orgasmo, quienes lo padecen experimentan síntomas similares a los de la gripe, como fiebre, fatiga, dolores musculares, y problemas cognitivos, todo lo cual puede durar hasta varios días. Aunque es más común en hombres, las mujeres también pueden sufrirlo. Este síndrome afecta la calidad de vida, ya que los afectados deben planificar sus relaciones sexuales con mucho cuidado para evitar estos efectos debilitantes.