La paciencia es fundamental, y a menudo es lo más difícil de practicar cuando estamos en medio del proceso de cambio. Queremos resultados rápidos, queremos sentirnos mejor inmediatamente, pero el cambio genuino y duradero lleva tiempo .
Aceptar que el tiempo es parte del proceso puede traer una cierta paz, aunque no sea fácil. Mientras tanto, es importante ser amable contigo mismo, darte espacio para respirar y permitirte esos momentos de calma. La paciencia también se cultiva en la manera en que tratamos a nuestro ser durante este proceso, sin exigirnos de más.
¿Hay alguna forma de cultivar más paciencia en lo que estás viviendo ahora? A veces, solo el hecho de reconocernos en ese proceso ya es un paso importante.