En la vida actual, la palabra "útil" pesa más de lo que nos gustaría admitir. ¿Cuántas veces te has detenido a pensar si realmente eres útil, o peor aún, si te han hecho creer que el valor de tu vida depende de tu productividad? Vivimos en una sociedad que nos empuja a medir el valor de nuestras vidas con números: el dinero que ganamos, el tiempo que trabajamos, el éxito que alcanzamos .
La idea de ser "útil" está profundamente enraizada en un concepto impuesto por otros, ya sea por la sociedad, la familia o las ideologías. Muchas veces, caemos en la trampa de perseguir una vida productiva sin cuestionarnos si lo que estamos haciendo realmente tiene sentido para nosotros. Nos empeñamos en ser "eficientes" sin darnos cuenta de que, al hacerlo, estamos renunciando a nuestra humanidad. El esfuerzo constante por alcanzar la productividad nos aleja del descanso, de la reflexión y, lo más importante, de nuestros propios deseos y sueños.
¿Es la felicidad solo un producto de la productividad? ¿Estamos condenados a vivir para otros, buscando el reconocimiento o el dinero, mientras nuestras pasiones y aspiraciones personales quedan en segundo plano? El peligro está en creer que solo somos valiosos si cumplimos con los estándares impuestos. Vivir bajo la presión de ser "útiles" a toda costa puede llevarnos a una vida vacía, una vida en la que olvidamos por qué empezamos a hacer lo que hacemos, y lo peor, una vida en la que dejamos de disfrutar el presente por obsesionarnos con un futuro incierto.
Es hora de cuestionarnos: ¿estamos subiendo la montaña porque realmente lo deseamos o solo porque se espera que lo hagamos? ¿Nuestra vida tiene un propósito real para nosotros o simplemente seguimos el guion de lo que otros definen como "éxito"? La clave está en encontrar el valor no en lo que hacemos por otros, sino en lo que hacemos por nosotros mismos, guiados por un sueño y un ideal propio, no por las expectativas ajenas.
Dejemos de ser máquinas programadas para ser productivas y comencemos a ser humanos guiados por lo que realmente importa.