Aunque solo el 2% de la población mundial tiene este color de cabello, los pelirrojos han sido un tema de misterio, belleza y prejuicios durante siglos. Este color de cabello no solo es un detalle estético, sino que está asociado con una serie de curiosidades científicas que hacen a los pelirrojos personas únicas en muchos aspectos.
Aunque los pelirrojos son más comunes en lugares como Irlanda, Escocia y Gales, su presencia es mucho más global de lo que se podría imaginar .
La respuesta está en una mutación genética que ocurrió hace unos 50,000 años, cuando los seres humanos se expandieron hacia climas más fríos y con menos luz solar. Los pelirrojos tienen una ventaja única: su capacidad para absorber mejor la radiación ultravioleta, lo que les permite sintetizar vitamina D de manera más eficiente. ¡Un verdadero superpoder biológico!
Pero la genética detrás del cabello rojo es mucho más compleja. No solo determina el color de su pelo, sino que también está vinculada a una mayor sensibilidad al dolor y al clima, como el frío y el calor. Además, su piel es más vulnerable a los daños del sol, lo que aumenta el riesgo de cáncer de piel. Y si pensabas que tener el cabello rojo era raro, espera a conocer la probabilidad de ser pelirrojo con ojos azules: ¡solo el 0.17% de la población mundial tiene ambas características juntas!
A pesar de los prejuicios históricos que asociaban a los pelirrojos con la mala suerte o con degeneración genética, figuras históricas como la reina Isabel I, George Washington y Vincent van Gogh demostraron que este color de cabello no es solo peculiar, sino una verdadera marca de distinción. Y hoy en día, los pelirrojos celebran su unicidad en festivales como el Red Hot Day en los Países Bajos o el Día Mundial del Pelirrojo.