Las personas consideradas "guapas" a menudo reciben un trato más favorable en muchos aspectos de la vida, desde la escuela hasta el trabajo, simplemente por cumplir con ciertos estándares de belleza. Pero, ¿qué significa ser "bello"? ¿Es algo que depende de los ojos de quien mira, o existe una definición más universal?
Según estudios de psicólogos como Michael Hogg y Graham Vaughan, quienes cumplen con los cánones de belleza tienen más probabilidades de ser percibidos como competentes, inteligentes y simpáticos, incluso si no siempre es así .
Desde una perspectiva evolutiva, la belleza está relacionada con la salud y la aptitud reproductiva, lo que podría explicar nuestra inclinación natural hacia ciertos rasgos físicos. Sin embargo, esto no significa que la apariencia lo sea todo. La verdadera belleza, como señala la poetisa Rupi Kaur, va más allá de lo físico. Es la belleza del alma, esa que no se desvanece con el tiempo y que se muestra a través de nuestras acciones, ideas y emociones.
Lo reconfortante es que, aunque la sociedad pueda darle más ventajas a quienes cumplen con estos estándares, lo que realmente determina tu valor es mucho más que tu apariencia. La autenticidad, la vulnerabilidad, y el respeto por los demás son los verdaderos elementos que nos hacen ser apreciados y admirados. Es fundamental aprender a reconocer estos prejuicios inconscientes para dejar de medirnos solo por lo que vemos en el espejo.