ĻA ADUANA DE BARCELONA EN EL RINCON A ORILLAS DEL NEVERI, FUE POR DOS SIGLOS LA MAS IMPORTANTE DE VENEZUELA.
La Antigua Aduana de Barcelona, llamada en su época El Rincón, en la vía de Maurica fue construida en el Siglo XVIII por la Corona Española, cuando la ciudad era un puerto de gran actividad comercial entre los llanos, el resto del país y las Antillas. Habla también de la historia de la economía de Barcelona y su entorno; punto de enlace entre la actividad ganadera del sur, las regiones del Llano y el mar.
Esta aduana fue importante punto neurálgico de la economía de la ciudad, vivió un momento de esplendor cuando se fundó la Real Compañía de Comercio de Barcelona, por la Real Cédula del 4 de mayo de 1755 bajo el reinado de Fernando VI, era punto de entrada y control de los navíos que llegaban a Barcelona a comerciar, para poder acceder por la desembocadura del río Neverí, esta entrada era protegida por los cañones del Fortín de la Magdalena, que está ubicado en el Cerro el Morro, terrestremente se podía acceder a ella desde Barcelona por el camino real, donde podemos encontrar los dos Puentes Reales de los Españoles
El rincón de la Aduana no es más que los vestigios de lo que fue una de las casas aduaneras más importantes de toda Venezuela de la época colonial .
Actualmente sólo quedan los recuerdos de la intensa actividad portuaria que tuvo Barcelona en aquella época y que ahora sólo son extensos manglares que ocupan todo el lugar de lo que una vez fue una de las casas aduaneras más importantes del país.
El "Puente Real" de los Españoles, como le decían, no es un puente colonial, porque no data de la época de la colonia, sino de la Federación, solo que su estilo de construcción si es Colonial. Es uno de los 2 puentes que se hizieron durante el Gobierno de Guzmán Blanco para ir a la antigua aduana de Barcelona, que si data de la época colonial, esa Aduana funcionó hasta 1890 y durante 2 siglos era una de las más importantes del país porque nos comunicaba con las Antillas y con otros puertos nacionales, ahí se llegaba por una de las tantas bocas del río Neverí ya que antes el río Neverí desembocaba en un Delta. los barcos entraban a la Bahía de Barcelona vigilados siempre desde El Fortín de la Magdalena, y descargaban su mercancía en esa aduana, los más pequeños navegaban río arriba hasta la isla Guaricó. Lo cierto es que se construyeron esos puentes porque ahí hasta hace pocas décadas habían lagunas con flora y fauna silvestre y era difícil llegar a la Aduana por tierra.