La niña en esta fotografía es Ruby Crane. Desde que tenía solo 3 años, pasó sus días en el Centro de Rehabilitación de St Dunstan en Brighton, Sussex, brindando apoyo a los soldados que regresaban ciegos de la Primera Guerra Mundial.
Su padre era el jardinero jefe del centro, y mientras exploraba los jardines, tomaba a los soldados de la mano y los guiaba hasta sus talleres, preguntándoles adónde querían ir .
Su amabilidad conmovió profundamente a quienes la rodeaban. En agradecimiento por su generosidad, la gente le enviaba muñecas y juguetes. Ruby se convirtió en una figura tan querida que apareció en la portada del primer informe anual de St Dunstan (1915/1916), e incluso los emblemas del Día de la Bandera fueron diseñados en su honor.
Años después, recordó con ternura:
"Siempre recuerdo cómo mi pequeña mano se veía diminuta en las suyas… Estaban tan felices de que un niño viniera a hablar con ellos. Era algo diferente, una distracción de la rutina monótona de no poder ver."
Ruby vivió una larga vida y falleció en 2011, cerca de sus 100 años. Pero su legado de bondad sigue vivo. ❤️❤️