Incorpora estos 11 hábitos en tu rutina nocturna y transforma tu descanso:
Pon un límite al trabajo: Desconectar a tiempo mejora tu bienestar. Relájate antes de dormir: Un paseo, ordenar un poco o simplemente respirar profundo hace la diferencia. Cena ligero y equilibrado: Un buen balance entre proteínas y carbohidratos mejora tu sueño. Mantén tu espacio en orden: Dormir en un ambiente limpio relaja tu mente. Usa tu cama solo para descansar: Evita trabajar o ver series en ella. Planifica tu día siguiente: Evita el estrés matutino organizándote la noche anterior. Escucha sonidos relajantes: Música suave o sonido blanco pueden ayudarte a dormir mejor. Mantén un horario fijo de sueño: Respetar tu reloj biológico te hará sentir más descansado. Usa luces cálidas por la noche: Ayuda a tu cuerpo a producir melatonina naturalmente. Toma magnesio: Un suplemento natural que mejora la calidad del sueño. Cuida tu rutina de higiene nocturna: Un baño relajante y buenos hábitos de limpieza pueden marcar la diferencia.
Si puedes, invierte en una buena pijama, ropa de cama cómoda y cortinas que bloqueen la luz. Pequeños cambios pueden hacer que cada noche sea un refugio de descanso.