Lo que parecía un tierno y novedoso juguete infantil terminó exponiendo la información de más de 800,000 familias y convirtiéndose en una de las mayores filtraciones de datos de la historia. CloudPets, el peluche diseñado para enviar y recibir mensajes de voz entre padres e hijos, escondía un peligro que nadie imaginó: una base de datos completamente vulnerable, accesible para cualquier hacker con malas intenciones.
Nombres, correos electrónicos, contraseñas, direcciones y hasta grabaciones de voz de niños quedaron expuestas en internet sin protección alguna. ¿El motivo? La empresa detrás del juguete, Spiral Toys, descuidó la seguridad de sus clientes mientras intentaba sobrevivir a su propia crisis financiera.
La historia de CloudPets es un claro recordatorio de los riesgos que traen consigo los juguetes conectados a internet .