A veces, parece que la música tiene el poder de hacernos sentir de todo: felicidad, nostalgia, emoción. Pero, ¿qué es realmente la música y por qué nos gusta tanto? ¡Vamos a desentrañar el misterio en solo unos minutos!
La música está compuesta por ondas que, lejos de ser simples ruidos, tienen una estructura compleja que hace que cada sonido sea único .
Cuando estas ondas viajan a través de tu oído, pasan por unos pequeños huesos hasta llegar a la cóclea, que convierte las vibraciones en energía eléctrica. Esta electricidad viaja al cerebro, donde se procesa en diferentes áreas. Primero, se analizan los aspectos básicos de la música, como la frecuencia y el tono, pero luego, lo interesante comienza: esa electricidad activa el circuito de recompensa en tu cerebro, liberando dopamina, el neurotransmisor de la felicidad. ¡Es por eso que la música nos hace sentir tan bien!
Pero no se detiene ahí. La música también llega a áreas del cerebro responsables de nuestras emociones, como la amígdala, que nos hace sentir melancolía con ciertas canciones o alegría con otras. Además, se activa el hipocampo, lo que nos permite asociar una canción con recuerdos específicos, como esos momentos especiales que solo una canción puede evocar. Y como si fuera poco, la música también afecta tu movimiento. Aunque no estés bailando, tu cerebro está activando las zonas encargadas de coordinar tus movimientos, ¡lo que nos hace querer levantarnos y movernos al ritmo!
Todo esto ocurre sin que lo notemos, pero es lo que hace que la música tenga tanto poder sobre nosotros. Desde la primera nota de tu canción favorita, tu cerebro ya está anticipando lo que viene, generando placer y emoción. ¿Y por qué nos gustan diferentes géneros musicales? Es un misterio que aún no tiene una respuesta definitiva, pero muchos dicen que tiene que ver con nuestras experiencias personales y la manera en que cada cerebro se organiza.