Más del 70% de nuestra comunicación no se da con palabras
3 Feb, 2025
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Así es, la manera en la que nos movemos, cómo nos comportamos y nuestra postura dice mucho de nosotros antes incluso de abrir la boca. El lenguaje corporal puede ser el factor clave para transmitir confianza, respeto y seguridad, y lo mejor es que, con algunos pequeños ajustes, puedes empezar a notar cambios significativos en cómo los demás te perciben.


Uno de los primeros pasos es prestar atención a cómo colocamos nuestros pies .

Si mantienes tus pies separados a la altura de los hombros y los dedos ligeramente hacia afuera, estás mostrando una postura abierta, relajada y segura. Este simple gesto elimina la sensación de inseguridad que se genera cuando cerramos el cuerpo, un acto que está asociado con el miedo o la timidez. Además, al mantener tus pies firmemente posicionados, proyectas estabilidad y confianza.


Las manos también juegan un papel crucial. Evita esconderlas en los bolsillos o cruzarlas, ya que esto puede transmitir un mensaje de desconexión o cierre. En su lugar, mantén las manos relajadas a los costados de tu cuerpo o usa gestos naturales al hablar. Esto no solo te ayudará a lucir más accesible, sino que te permitirá enfatizar tus palabras de manera más efectiva, demostrando control sobre lo que estás diciendo.


Sin embargo, uno de los aspectos más importantes de tu lenguaje corporal es la postura de tu pecho y hombros. Muchas personas, debido al uso prolongado de computadoras, tienden a encorvarse, pero una postura erguida con el pecho hacia afuera y los hombros hacia atrás genera una imagen poderosa y confiable. Mantener una postura correcta no solo mejora tu presencia física, sino que también eleva tu autoestima y la manera en que los demás te perciben.


Por otro lado, la cabeza debe estar alineada con tu cuerpo, mirando hacia adelante, sin inclinarse ni hacia abajo ni hacia arriba. Esto ayuda a que los demás vean que eres seguro y accesible, sin caer en la arrogancia o la sumisión.


Otro truco infalible es el contacto visual. A menudo, las personas que no logran mantener una mirada directa generan una sensación de incomodidad y desconexión. Para dar una impresión de seguridad, procura sostener contacto visual aproximadamente el 80% del tiempo, dejando que tus ojos se desvíen de vez en cuando para no parecer intimidante. No se trata de mirar fijamente, sino de ser consciente de tu mirada y usarla como una herramienta para conectar de manera genuina.


Y no olvidemos la sonrisa. Mientras que sonreír es un excelente indicador de simpatía, es importante evitar las sonrisas forzadas. Una sonrisa suave y natural es mucho más atractiva y crea un ambiente positivo sin parecer nervioso.


Finalmente, el ritmo en que te mueves también tiene mucho impacto. Evita movimientos rápidos o nerviosos que denoten incomodidad. En cambio, opta por moverte de forma lenta y deliberada, lo que no solo te hará ver más seguro, sino que también proyectará calma en las personas que interactúan contigo. Al igual que con tu espacio personal, ocupar más espacio en el entorno (sin invadir el espacio de los demás) te hará parecer más seguro y confiado.


Estos cambios pequeños y simples en tu lenguaje corporal pueden tener un gran impacto en cómo los demás te perciben en cualquier situación, ya sea una cita, una reunión de trabajo o un encuentro social. Comienza a ponerlos en práctica y observa cómo tu confianza se dispara, mejorando cada interacción en la que te encuentres.

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