En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, donde los viajes espaciales están más cerca de ser una realidad cotidiana, las escuelas siguen funcionando de manera similar a como lo hacían hace cien años. Pero, ¿es realmente así?
A pesar de la aparición de nuevos métodos y teorías pedagógicas propuestas por grandes educadores como Montessori, Freire y Vigotsky, el sistema escolar se resiste al cambio .
Para que un cambio real ocurra en la educación, se debe superar una barrera de varios niveles. Desde las autoridades educativas, pasando por los profesores hasta los padres de familia, cada uno de estos actores puede ser un obstáculo para que las nuevas propuestas tomen fuerza. Además, los sistemas educativos tienden a ser muy rígidos, guiados por el paradigma del control. Para poder gestionar a los estudiantes de manera eficiente, se dividen en grupos de edades similares, se les asignan calificaciones y se les mide constantemente. Todo esto responde a un modelo antiguo, que busca el control más que la verdadera transformación del aprendizaje.
Sin embargo, no todo está perdido. La educación no ocurre únicamente dentro de las paredes de las escuelas. Cada vez más personas están aprendiendo de manera autónoma, a través de recursos como internet, y eso está cambiando la manera en que nos formamos. Además, la educación siempre será mejor que la ignorancia. Así como en el pasado, muchas personas lograron mejorar sus condiciones de vida aprendiendo en secreto, hoy seguimos viendo que el conocimiento es una poderosa herramienta de cambio.