Si crees que la popularidad es cuestión de suerte o genética, déjame decirte que estás equivocado. Ser social, atractivo y rodearte de personas con las que puedas crecer NO es algo con lo que se nace… ¡se construye! Y hoy te voy a contar cómo hacerlo.
Imagina salir a la calle, conocer a quien quieras sin miedo, atraer a personas interesantes y convertirte en el líder de tu propio grupo .
La mayoría de las personas que no tienen vida social están atrapadas en una adicción silenciosa: el internet. Creemos que estamos bien, que no lo necesitamos, pero cada vez nos alejamos más del mundo real. La clave para empezar es sencilla: sal a la calle. Sin excusas. Sin distracciones. Camina, respira aire fresco y acostúmbrate al entorno.
Parece una tontería, pero saber mirar a los ojos es el primer paso para ser percibido como una persona segura y atractiva. No se trata de intimidar, sino de transmitir confianza. Empieza con personas mayores, con desconocidos en la calle. Unas miradas, una sonrisa y BOOM , ya estás empezando a destacar.
Si quieres ser popular, tienes que aprender a hablar con cualquiera. Un simple “oye, ¿dónde está la farmacia?” puede romper el hielo. Luego, sube el nivel: felicita a alguien por su ropa, pregunta algo sobre su ciudad, empieza conversaciones aleatorias. Cuanto más practiques, más natural se volverá.
Cuando domines lo básico, empezarás a conocer personas con intereses similares. A partir de ahí, reúne a la gente, conéctalos entre sí y conviértete en el líder del grupo. La clave está en aportar valor: sé el que organiza planes, el que presenta amigos, el que da energía al grupo. La gente seguirá a quien los haga sentir bien.
Cuando construyes una buena red de amigos, la popularidad crece sola. Y si además quieres llevarlo al máximo nivel, las redes sociales son tu mejor herramienta. Un canal de YouTube, Instagram, TikTok… lo que sea que te ayude a compartir tu estilo de vida y atraer a más personas con tu misma mentalidad.