El tan indébil, llegando a una nueva casa. Con costumbres diferentes a los de estas, con movimientos bruscos, con una necesidad de pasearse de un lado a otro.
Sí, el que para unas niñas era lo más hermoso, pero para la chica mayor era algo frustrante .Aún en ese mundo estaba el, con comida, un lugar donde dormir y amor, así tan sólo lo resiviece de las niñas de aquel hogar. Al cabo de unos días o bueno de algunos meses, se fueron adaptando tanto la chica como el; ella se acostumbró tanto a verlo que empezó a tomarle cierto cariño, uno que le dio a su modo y el simplemente lo aceptaba y le gustaba este gesto que estaba saliendo poco a poco de aquel corazón tan frío. Sí, ella era de corazón frío, había pasado por una situación muy triste lo que ocasionó esto. Pero ya estaban juntos. Para darse el amor que necesitaban. Los dos se complementaban. Era todo feliz, ya se habían alejado gritos y regaños sin razón alguna hacía ese lindo ser. Sólo había amor; amor bonito, un amor hacía un lindo perrito. Tan cariñoso como pudiese imaginar. Este animalito le dio sentido a la vida de aquella chica, la cual al verlo mal, busca la forma de que esté mejor. Es así; como ella ahora es feliz al lado de su lindo Muñeco como decidió llamarle, el ya era grande y tenía su nombre. Pero como todo cambió y se empezó de nuevo quiso hacerle ese pequeño cambio. Se dio cuenta que no hay amor mas bonito que ese que se da a un animalito de estos de la calle. Su amor es tan sincero que nos hace admirar esa valentía que tienen de proteger y de hacer feliz a cualquier alma de corazón frío.