Un granjero de Iowa, Estados Unidos, ostenta el récord Guinness por el ataque de hipo más prolongado de la historia.
Su hipo comenzó en 1922, mientras intentaba colgar un cerdo de 159 kilogramos en su granja; durante el esfuerzo, sufrió una caída que desencadenó este inusual padecimiento.
A partir de entonces, Osborne experimentó hipo continuo durante 68 años, hasta 1990.
Inicialmente, tenía alrededor de 40 hipos por minuto, que con el tiempo disminuyeron a 20 por minuto.
Se estima que durante su vida, hipó más de 430 millones de veces.
A pesar de consultar a numerosos médicos, ninguno pudo encontrar una cura para su condición.
Sorprendentemente, el hipo cesó un año antes de su fallec1miento en 1991, a la edad de 97 años.