El horror espera en el interior del avión
Cuando los investigadores accedieron al interior del avión, lo primero que notaron fue un silencio sepulcral. Cada asiento estaba ocupado .Pero nadie hablaba, ni se movía.
Los pasajeros estaban ahí, pero convertidos en esqueletos perfectamente conservados y con sus ropas intactas. No había signos de violencia, ni indicios de descomposición natural. Era como si hubieran muerto todos al mismo tiempo.
Lo más perturbador era que el capitán del avión aún sujetaba los controles, con su uniforme impecable y con un gesto de concentración absoluta en su rostro cadavérico.
El avión había aterrizado como si nada hubiera sucedido pero no había nadie vivo para pilotarlo.
¿Cómo es posible?
Continuará…
Fran Laviada