Hubo un tiempo en el que creí que conocía el amor, pensaba que entendía su significado y de tan solo idealizarlo me sentía emocionada. Después de mucho tiempo, comprendí que estaba encantada con la idea del amor, más no sabía que significaba, por esto al escribir mi primera carta a mi primer amado fue acusada de insensata, infantil y poco coherente para mi nivel .Destruida durante días que parecían eras, me senté a meditar sobre el significado del amor, pero aún hoy, tres años después no he encontrado una respuesta.

Para escribir una carta de amor uno supone ama a alguien, ahí está el primer problema ¿como sé si amo a alguien?. Para mi el amor es como un delirio, estás muriendo pero sientes felicidad, maneja un nivel mínimo de lógica y se presenta la idea loca de idealizar al otro como un ser más importante que uno mismo. Perdemos cordura y el susodicho implanta su imagen dentro de nuestro ser, haciendo que pensemos en la persona cada minuto de cada hora. Si tiene estos síntomas lamento informarle que padece usted de un enamoramiento, y para curarlo debe convertirse en amor, o en decepción amorosa. Aún desconocemos cual es más dolorosa.

Cabe preguntarse ¿por qué amamos? La única explicación sería para sentirnos más vivos, porque al amar vivimos nuestra vida buscando una vida junto a esa otra persona, intentamos unirnos con el otro para convertirnos en uno. No tiene mucho sentido explicar el amor, porque es así ilógico, incoherente y doloroso, pues no se sabe que esperar de él.

El problema es que sólo somos conscientes de él cuando es demasiado tarde, ya caímos en sus garras. Si usted tiene suerte como yo, habrá encontrado a una persona que le muestra una mejor versión de si mismo, que lo impulsa a alcanzar sus sueños y que daría todo por su felicidad. ¡Ah! pero es que usted se sentirá de la misma forma, intentará hacerlo feliz a toda costa, y esa felicidad también será la suya. Porque al amar encontramos una persona que creemos es más importante que nosotros mismos.

Biologicamente, lo primero que amamos después de nacer es a nuestra madre, pero en algunos hasta ella puede traicionar. Qué equivoco puede ser el parásito del amor. Esté individuo ha atormentado al hombre durante tiempos inmemorables y ha sido llamado de muchas formas: Cupido, Afrodita, amor, destino, entre otros. El amor ha sido una cuestión tan preocupante para el hombre que no sólo no tiene un nombre definido, sino que ningún sabio le ha encontrado una explicación aún: ni los griegos, ni los científicos renacentistas y mucho menos los poetas han sido capaces de explicar qué es el amor y por qué nos atormenta tanto.

Lo más irónico es que somos la única especie que no ha podido llegar a u acuerdo con don amor, porque hasta los animales se dejan llevar por él; quizá sea algo más instintivo que racional y por esto nos estrellamos tanto con éste. Supongo que mientras la vaca ama a su ternero y lo amamanta para demostrarle afecto sin detenerse a pensar en lo que significa, nuestro cerebro pasa por un filtro los sentimientos que afloran en nuestro pecho y cuando entendemos que el corazón es el que marca el camino que debemos seguir, es demasiado tarde ya.

Al final, lo único que nos queda es pedir por ser capaces de amar y ser amados, al menos una vez en toda nuestra vida, para así sentir que nuestra existencia tuvo un poquito de sentido y poder tocar esa gloria con las manos, ese paraíso llamado amor.