Muchos aseguran que antes la vida era más sencilla, que los adultos del pasado lograban estabilidad más rápido y que las generaciones actuales están atrapadas en un ciclo de ansiedad, crisis económicas y relaciones fugaces. ¿Es esto cierto?
El adulto moderno enfrenta un panorama complejo: Economía inalcanzable: Comprar una casa o formar una familia es un sueño cada vez más lejano. Antes, en sus 20, la gente ya tenía propiedades; ahora, a los 30 o 40, muchos siguen luchando por su primera oportunidad. Trabajo y competencia feroz: La estabilidad laboral ya no es lo que era .
Y, sin embargo, ¿era realmente mejor el pasado?
Sí, antes la vida parecía más estructurada y con objetivos claros. Pero también había menos libertad, menos acceso al conocimiento y muchas limitaciones sociales. Cada época tiene su propia oscuridad.
Hoy, el desafío no es sobrevivir a guerras o crisis globales, sino mantenerse mentalmente estable en un mundo hiperconectado y volátil. La tecnología nos da herramientas para crecer, pero también es la causa de muchas ansiedades y frustraciones.