Un bar fue el motivo de despecho, canciones con dardos al corazón, cupido una vez más se jodió, los recuerdos son el insomnio del presente sin dormir, no se si el cielo se convertía en amor o el infierno se vestía de traición, quizás el purgatorio era el lugar de los que no apuestan a ganar, pero al song que le quieran tocar aquí voy yo con un par de tequilas y nada más. Mujeres con horarios sin destinos, esas con la piel alegre y los sentimientos embriagados, apareció con poca ropa y el juego entre sus manos .

Quizás la mujer que hoy recuerdas es el demonio que ronda en tu vida, tal vez y esos besos que dabas eran de alquiler y tu llevando rosas a la mujer que no te sabia comprender. Tu quizás no hace juego con tu tal vez, dejame sólo que hoy lo que quiero es beber. No conjugo palabras para enredar los sentimientos, solo digo lo que pienso, si quieres terminar de olvidar en un segundo piso te podría esperar. El olvido nada que llegaba, los tragos hacían su efecto y el despecho cada vez se plantaba, mini faldas alborotadas le decían con picardía que era lo que a él le faltaba; un ruta guió el destino de la alcoba.

Una mirada fría sin sentimientos, un cuerpo sin lamentos, un misterio en sus manos y entre sus piernas el infierno lamentando, su objetivo un hombre despechado, él fijó su mirada y echó su despecho a un lado, un corazón acelerado en una veterana que no comprendía su ritmo y su pasión, pero tenia que terminar con su labor, él un poco excitado se lanzó al abismo de una boca que nunca había experimentado un beso con pasión, la razón se nubló, el frenesí de esos brazos decían lo mucho que no habían amado, y un corazón seguía acelerado, un par de prendas despejadas y aquella mirada se flechó en un cuerpo que no había besado con pasión, una cama aceptó el proceso de un amor que estaba naciendo mientras hacían el amor, el tiempo seguía su rumbo sin esperar a la vida y ellos seguían entregados en cuerpo y alma como si el mundo no existía, el sol al horizonte purificó el pecado de esa noche, aquí venia un nuevo comienzo, ella con las mejillas enrojecidas y la visión ilusionada buscaba entre las sabanas al hombre que beso sus labios, pero el milagro de un beso no podía ser tan perfecto, su amor fue solo un cliente más, en el buró un par de pesos y entre las sabanas un nota que decía:

Querida Sofía, tus piernas son el infierno que me recibió con mi despecho, y mi mal de amor no se curó, pero comprendió que cuando se ama no se lastima al corazón, gracias por ese cuerpo que se entrego más que yo. PD: eres el ángel de la perversión que me hizo enfrentarme con la realidad.

Un suspiro y una lágrima aseguró que la prostituta se enamoró.

PD: Cupido es un niño que se droga con la puntería sin destino y sufre de déficit de atención.