Desde emperadores hasta personajes históricos de todo el mundo, hay quienes pasaron a la historia, no por sus hazañas ni conquistas, sino por la increíble forma en que murieron. En este recorrido, vamos a explorar algunas de las muertes más absurdas de todos los tiempos .
1. El faraón egipcio Menes (o Narmer). Este gran gobernante de Egipto, quien unificó las dos regiones del país, no murió en batalla ni por traición, sino… ¡devorado por un hipopótamo! ¿El motivo? El hipopótamo tenía hambre, y Menes decidió bañarse donde no debía. Tan sencillo y absurdo como eso. ?
2. Dracón de Atenas, el legislador que dio nombre a las leyes de Atenas, terminó siendo literalmente sepultado por su propia popularidad. En una muestra de gratitud, los ciudadanos le lanzaron tantos sombreros y capas, que el pobre Dracón murió asfixiado. ¡Imagínate morir por ser demasiado querido! ?
3. El emperador chino Qin Shi Huang. El hombre que unificó China y construyó el ejército de terracota en su mausoleo, no se conformó con eso. Quiso buscar el elixir de la inmortalidad, pero en vez de lograr la vida eterna, murió por beber mercurio, ¡un veneno mortal! ?
4. Valentiano I, el emperador romano, murió de un ataque al corazón tras gritar tanto en una disputa con los cuados. El enfado fue tan grande que su cuerpo no pudo resistir la tensión. ¡Cuidado con tus emociones! ?
5. Basilio II, el emperador bizantino, fue arrastrado 26 kilómetros por un ciervo durante una cacería, pero lo peor vino después: una herida infectada lo mató. ¡A veces los animales también tienen su venganza! ?
6. Enrique VI de Alemania, el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, tuvo la mala suerte de morir cuando el suelo del castillo donde se encontraba cedió y cayó en una fosa séptica, ahogándose en sus propios excrementos. Un final tan asqueroso como inesperado. ?
7. Federico Barbarroja, uno de los emperadores más poderosos, murió ahogado mientras intentaba cruzar un río con su armadura puesta. Nada pudo salvarlo, y ni siquiera un emperador puede desafiar las fuerzas de la naturaleza. ?
8. El monarca persa Safi, que murió tras un exceso de alcohol en una competencia de bebida. En su intento por vencer a un campeón local, se desmayó y cayó en coma etílico, una muerte tan absurda como trágica. ?
Estas son solo algunas de las muertes más ridículas de la historia. Pero hay muchas más, como el famoso caso de Carlos I de Navarra, quien, tras ser envuelto en telas empapadas de alcohol como parte de un tratamiento médico, se prendió fuego accidentalmente. ?
A lo largo de los siglos, la historia nos ha enseñado que la vida es frágil y que, por más poderosos que seamos, todos podemos caer en situaciones absurdas. Lo único seguro es que, aunque algunas muertes sean dignas de risa, nunca sabemos cuándo el destino puede ser tan caprichoso.