Hoy en día, no podemos imaginar nuestras vidas sin Wi-Fi. ¿Pero alguna vez te has preguntado quién está detrás de esta tecnología que revolucionó nuestras comunicaciones? La respuesta está en una historia fascinante que ha permanecido en las sombras por mucho tiempo: la de Hedy Lamarr, la icónica actriz de Hollywood que, sin saberlo, inventó el sistema que hoy usamos a diario .
Nacida en 1914 en Viena, Hedy mostró una curiosidad innata por la tecnología desde temprana edad. Aunque la fama de su belleza la llevó a la pantalla grande, lo que pocos sabían es que su verdadera pasión estaba en el campo de la ciencia y la mecánica. Su carrera cinematográfica despegó cuando participó en la película Éxtasis (1933), la cual, además de su audaz interpretación, rompió tabúes sobre la sexualidad femenina. Sin embargo, a pesar de su éxito en Hollywood, Hedy no se conformaba con ser solo un símbolo de belleza; su mente inquieta ansiaba ir más allá.
La oportunidad llegó cuando, casada con un fabricante de armas, se vio expuesta a conversaciones secretas sobre tecnología avanzada, incluyendo radares y comunicaciones inalámbricas. De esas discusiones nació la idea que, años después, revolucionaría el mundo: un sistema de "salto de frecuencia" que impediría la interferencia en las comunicaciones de los torpedos durante la Segunda Guerra Mundial. Junto al compositor George Antheil, Hedy patentó esta tecnología en 1941. Aunque inicialmente fue rechazada por el ejército, décadas más tarde se redescubrió y se convirtió en la base del Wi-Fi, el Bluetooth y las comunicaciones celulares que usamos hoy en día.
A pesar de sus grandes contribuciones a la tecnología, Hedy no vio el reconocimiento que merecía durante su vida. La patente de su invento expiró mucho antes de que la tecnología comenzara a generar miles de millones de dólares. A lo largo de los años, Hedy enfrentó dificultades personales y profesionales, pero su legado finalmente fue reconocido póstumamente, cuando en 1997, junto a Antheil, recibió el Pioneer Award por su innovación.
