¿Alguna vez has terminado diciendo "sí" a algo que juraste que nunca harías? ¿O te has preguntado cómo algunas personas logran convencerte sin que te des cuenta? La psicología tiene algunas respuestas sorprendentes sobre la influencia y la persuasión, y lo mejor de todo es que existen trucos simples pero poderosos que realmente funcionan.
Aquí te mostramos ocho trucos psicológicos que puedes usar (con responsabilidad) para mejorar tus interacciones diarias y entender mejor cómo funciona la mente humana.
Las personas aman escuchar su propio nombre .
Este truco es tan simple como efectivo. Si necesitas que alguien haga algo por ti, entrégale un objeto mientras hablas con él. La mayoría de las personas aceptará lo que les das sin pensarlo demasiado, especialmente si están concentradas en la conversación. Puedes probarlo dándole algo pequeño a un amigo mientras hablas de un tema interesante.
Si alguna vez necesitas recordar información importante, prueba este truco basado en la teoría de Pavlov. Si masticas un chicle con un sabor distintivo mientras estudias y luego usas el mismo sabor durante un examen, tu cerebro puede asociar ese sabor con la información estudiada, ayudándote a recordarla mejor.
Si quieres cambiar un hábito, intenta decirte a ti mismo que ya eres la persona que quieres ser. En lugar de decir "quiero gastar menos dinero", prueba con "no soy alguien que derrocha su dinero". Este truco usa la teoría de la disonancia cognitiva para alinear tus acciones con la identidad que deseas construir.
Este truco de persuasión se conoce como la técnica de "la puerta en la cara". Si necesitas un favor, pide primero algo exagerado que probablemente sea rechazado y luego pide lo que realmente quieres. Al compararlo con la primera petición, parecerá una solicitud mucho más razonable y es más probable que te digan que sí.
Las personas son más propensas a aceptar peticiones cuando están mental o físicamente agotadas. Cuando alguien está cansado, su capacidad de resistencia disminuye, por lo que es más probable que diga "sí" solo para evitar discutir o tomar una decisión compleja.
Este truco se llama el "efecto camaleón" y es una técnica social muy efectiva. Cuando imitas sutilmente los gestos y posturas de otra persona, generas una sensación de cercanía y confianza. Si quieres mejorar tu habilidad para hacer amigos, prueba reflejar sutilmente los movimientos de la otra persona en una conversación.
Un truco simple pero poderoso: si quieres que alguien acepte tu punto de vista, asiente con la cabeza mientras hablas. Las investigaciones muestran que cuando alguien ve que asientes, es más probable que haga lo mismo y, por lo tanto, esté más predispuesto a aceptar lo que dices.