Una fría noche de diciembre, un hombre desorientado llega a un burdel y entrega un paquete ensangrentado a una de las chicas. Dentro, cuidadosamente envuelto, había un pedazo de oreja .
La historia de su oreja cortada es un enigma que ha fascinado a generaciones. ¿Por qué lo hizo? ¿Fue un acto de desesperación, de culpa o de amor? ¿Se cortó toda la oreja o solo un trozo? Aunque han pasado más de 130 años, seguimos tratando de descifrar qué ocurrió aquella noche en la Casa Amarilla de Arlés.
Van Gogh soñaba con un espacio donde los artistas pudieran vivir y crear juntos, un refugio bohemio donde la pintura y la amistad fueran el centro de todo. Cuando alquiló la Casa Amarilla en Arlés, tenía claro quién debía ser su primer invitado: Paul Gauguin.
Pero lo que parecía un paraíso creativo se convirtió rápidamente en una pesadilla. Gauguin, engreído y distante, no soportaba la intensidad emocional de Van Gogh. Y Vincent, vulnerable y con una salud mental cada vez más deteriorada, se aferraba a esta relación como a un salvavidas.
La tensión creció hasta la fatídica noche en que Gauguin anunció que se marchaba. Para Van Gogh, este abandono era devastador. Y justo en ese momento, llegó otra noticia: su hermano y único apoyo, Theo, se casaba. En menos de 24 horas, Vincent sintió que perdía a las dos personas más importantes de su vida.
Esa noche, tras emborracharse con absenta, Van Gogh lanzó un vaso a Gauguin en plena discusión. Luego, ya solo, en medio de una crisis emocional extrema, tomó una cuchilla y se cortó la oreja.
Las teorías sobre el motivo abundan. Algunos creen que fue un gesto de culpa, una forma de castigarse por la pelea con Gauguin. Otros sugieren que, influenciado por la Biblia y las corridas de toros, imitó el acto de Pedro cortándole la oreja a un soldado o la tradición taurina de ofrecer una oreja como trofeo.
Pero hay una hipótesis aún más inquietante: el amor. Van Gogh no llevó su oreja a cualquier parte, sino a una mujer llamada Rachel o Gabi, que trabajaba en el burdel. Hay quienes creen que él estaba enamorado de ella y que este acto fue una ofrenda, un gesto desesperado de conexión.
¿Qué tan grave fue la herida? Algunos dicen que solo fue el lóbulo, mientras que otros afirman que se cortó casi toda la oreja. Los dibujos del médico que lo trató, hechos 40 años después, muestran una amputación casi completa. Pero Van Gogh mismo, en sus autorretratos, nos dejó otra pista: al pintarse frente a un espejo, parece que perdió la oreja derecha, pero en realidad fue la izquierda.
Después de aquella noche, su salud mental siguió deteriorándose. Terminó internado en un hospital psiquiátrico y, poco después, murió en circunstancias aún debatidas. No vendió casi nada en vida, pero su arte conquistó el mundo después de su muerte.
