En septiembre de 1952, nacía Anneliese Michel, una joven alemana cuya vida se transformaría en un terrorífico relato que desbordaría las fronteras entre la fe, la medicina y lo sobrenatural. A los 16 años, Anneliese comenzó a sufrir extraños episodios, incluyendo convulsiones y un creciente malestar físico que se intensificaría con el paso de los años .
Este caso, uno de los más documentados en la historia del exorcismo, planteó interrogantes profundos sobre los límites de la religión y la ciencia. A medida que la salud de Anneliese empeoraba, su vida se convirtió en un sufrimiento continuo, marcado por los intensos exorcismos realizados por sacerdotes que creían firmemente que estaban luchando contra fuerzas demoníacas. La joven se sometió a 67 exorcismos en menos de un año, cada uno más brutal y desgastante que el anterior, hasta que finalmente su cuerpo no resistió más.
Los sacerdotes y los padres de Anneliese fueron acusados de homicidio involuntario después de que la joven muriera en 1976 por inanición y deshidratación, debido a la negativa de recibir tratamiento médico. Sin embargo, la controversia sobre si la joven fue realmente poseída por demonios o si padecía de una enfermedad mental continúa dividiendo a la opinión pública hasta el día de hoy. Mientras algunos aseguran que fue víctima de un caso de posesión demoníaca, otros sostienen que fue una tragedia causada por un diagnóstico erróneo y una fe cegadora.