Si alguna vez te has despertado en medio de la madrugada, te sientes agotado durante el día, y luchas para mantenerte despierto, es probable que estés enfrentando un problema común: el insomnio o alteraciones en tus patrones de sueño. Pero, ¿por qué pasa esto? Aquí te contamos 3 razones que podrían estar detrás de tus desvelos nocturnos.
1 .Hábitos en tu estilo de vidaA veces, el simple hecho de no ser consciente de cómo tus rutinas diarias afectan tu sueño puede ser la razón principal por la que te despiertas a mitad de la noche. Desde el café o alcohol antes de acostarte, hasta esas horas interminables navegando por las redes sociales, tus hábitos previos al sueño podrían estar alterando tu descanso. Lo que parece una actividad inofensiva, como una siesta tarde o revisar el teléfono, puede estar afectando tu capacidad para dormir profundamente. Si te das cuenta de que te desvelas constantemente, reflexiona sobre qué estás haciendo antes de dormir y haz algunos cambios en tu rutina para mejorar tu descanso.
2. Tu estado emocionalEl estrés y la ansiedad pueden ser responsables de muchas noches sin dormir. Cuando estamos preocupados o estresados, nuestro cuerpo libera hormonas que alteran nuestro ritmo cardíaco y nuestra respiración, lo que hace casi imposible relajarnos y conciliar el sueño. Esas preocupaciones que nos mantienen despiertos por la noche no solo nos afectan emocionalmente, sino que también tienen un impacto físico directo en la calidad de nuestro sueño. Si estás pasando por momentos difíciles, las meditaciones guiadas o ejercicios de respiración pueden ser un buen recurso para aliviar la tensión. Una ducha caliente también podría ser justo lo que necesitas para preparar tu cuerpo y mente para un descanso reparador.
3. Hipoglucemia: cuando tus niveles de azúcar están bajos¿Te despiertas en medio de la noche con hambre, y terminas buscando algo para comer? Este comportamiento podría ser un indicio de que tus niveles de azúcar en sangre son bajos. El cerebro, al estar en constante actividad durante la noche para reparar y procesar información, necesita energía. Si no tiene suficiente glucosa, puede desencadenar una sensación de hambre para despertarte y obligarte a comer algo. Si te encuentras haciendo esto frecuentemente, es posible que tu cuerpo necesite un ajuste en tu alimentación para asegurarte de que tus niveles de azúcar no caigan a niveles bajos durante la noche.
