Llegaste a liberarme, a dejarle de ser fiel a una persona que ya no estaba. Me ayudaste a olvidar.
Todo era cuestión de ti.
Remontando tiempos pasados, siempre quise que alguien me contara una historia en la cama, y aquellos que habían entrado en mi vida personal, jamás lo hicieron .
Entonces llegaste tú, con tu egocentrismo, tu carisma, tu forma de tocarme y la de hablar, no me conocías absolutamente nada.
Cuéntame una historia, lo pensé en mi mente, y entonces te soltaste a hablar, como si me hubieras escuchado, hablaste de cosas íntimas de tu vida, la parte mas humana que no dejamos ver. Entre todo ello, llegó la historia con una moraleja que alguna vez alguien muy cercano te la enseño a ti, y que con mucha empatía sabías que era mi turno de escucharla. No te diste cuenta tal vez, pero me hiciste sentir especial, que nada estaba perdido. Quedó esa historia en mi mente, con tu voz y eco. Miraba a la nada pensando, ya volvía a ser yo, la chica que un día se perdió.
Después de un unas caricias más nos marchamos y me subí a tu auto.¡Cuéntame una historia!, esa frase se repetía en mi mente mientras miraba por la ventanilla, al fin alguien había cumplido uno de mis sueños, alguien tan ajeno a mi, que en ese mismo día conocí, te atreviste, eres la única persona que lo hizo.
Felicidades