Muchas personas atraviesan momentos de desorientación, sintiendo que están en un punto muerto mientras ven pasar el tiempo sin avanzar. Sin embargo, hay formas de superar ese bloqueo, y todo comienza con un cambio de enfoque.

La metáfora del árbol: identifica tu meta

Imagínate a ti mismo como el tronco de un árbol lleno de ramas .

• Levanta la mirada. Visualiza la copa del árbol y encuentra la rama que representa el lugar donde te gustaría estar en unos años.
• Haz el camino inverso. Una vez que identifiques tu objetivo, retrocede mentalmente para planificar los pasos que te llevarán allí, comenzando por el más pequeño y sencillo.

El dilema de la tienda de ropa: define tu dirección

Ahora, imagina que te doy dinero y te llevo a una tienda, diciéndote que compres ropa "para mañana". Sin saber qué harás mañana, es imposible elegir. Lo mismo ocurre con la vida: si no tienes claro a dónde quieres llegar, no sabrás qué decisiones tomar hoy.

Este bloqueo muchas veces viene del miedo a comprometerse, a fracasar o a cambiar de opinión más adelante. Pero aquí está el secreto:

• El movimiento siempre es positivo. Si te equivocas o decides cambiar de rumbo, puedes hacerlo sin problemas. Lo importante es que, al moverte, aprendes y generas nuevas oportunidades.
• No temas cambiar. Tu objetivo puede evolucionar, y está bien. Cada camino recorrido te dará herramientas para el próximo.

Decidir es ganar

La cantidad de opciones que tienes puede ser abrumadora, pero enfocarte en una meta clara te ayudará a reducir el ruido y encontrar el camino correcto para ti. Recuerda: la mejor decisión es la que tomas. Cada paso hacia adelante, por pequeño que sea, es un paso hacia una vida con propósito.