Te fuiste. Yo te creí cuando me prometiste que te ibas a quedar, igual te fuiste .
Me quedaron algunas cosas sin decirte, y ya no tiene sentido que te las diga, porque no estás. Debería escribirlas en un papel, y después prenderlo fuego. Una vez escuhé que las palabras que se queman, ya no duelen tanto. Lástima, cuando te fuiste, te llevaste mis ganas de escribir. Cosa curiosa, yo escribo más y mejor cuando estoy triste. Pero esta vez no. Creo que fuiste la primera persona que amé. En un futuro le voy a decir a alguien: Una vez quise tanto a una persona que me robó las ganas de escribir y no la denuncié en ningún lado.
Me hubiera gustado que me robaras el desorden, sin onfender. Mi casa es cada día más una cosa que una casa