Prepárate para enfrentarte a relatos que parecen sacados de una película de horror, pero que, increíblemente, son reales. Desde cadáveres que esconden secretos macabros hasta seres que parecen nunca dejar este mundo, estos eventos desafían cualquier lógica y pondrán a prueba tu capacidad para dormir sin mirar bajo la cama.
Imagina esto: una mujer de 60 años que muere en un accidente de tráfico y, al ser examinada, descubren que un lápiz labial se ha incrustado en su cerebro tras el impacto .
Lo que sigue no es menos escalofriante: un tiroteo que emerge de una mujer fallecida que había escondido un arma en su cuerpo antes de morir, y un bebé dado por muerto que, horas después, sorprendió a todos con un llanto que nadie esperaba. Y la historia de un hospital abandonado, donde el hallazgo de una llamada telefónica dejó al descubierto un oscuro secreto relacionado con un asesinato nunca resuelto.
Pero, sin duda, lo más perturbador de todos los relatos es el caso de un necrófilo que, durante casi dos décadas, aterrorizó morgues y cementerios, cometiendo actos indescriptibles que jamás deberían haberse conocido. Un hombre que, entre sus atroces crímenes, fingió ser un cadáver para escapar una y otra vez, hasta que, finalmente, el destino lo alcanzó.