Seguro alguna vez has escuchado que leer mucho puede dañar la vista. Este mito ha circulado por generaciones, y si eres de los que siempre han tenido que escuchar esa advertencia, este artículo es para ti .
La miopía es una condición en la que los ojos se alargan de manera excesiva, haciendo que las imágenes se enfoquen detrás de la retina, causando visión borrosa. ¿Lo curioso? Esto es algo que solía ser común solo en personas mayores de 70 años, pero ahora está afectando a adolescentes que incluso necesitan cirugías en la retina. En este post, desvelamos cómo la lectura, el uso de pantallas y otros factores han propiciado una verdadera "epidemia de miopía", pero también exploramos la forma de evitarla.
Cuando nacemos, nuestros ojos son planos. En los primeros años de vida, el ojo crece y se alarga gradualmente hasta que alcanzamos una visión nítida, alrededor de los 4 años. Sin embargo, si el ojo sigue alargándose, la retina ya no logra enfocar las imágenes correctamente, y ahí es cuando aparece la miopía. Esto genera la necesidad de usar lentes cóncavos para corregir la visión.
Aunque muchos pensaban que la miopía era una condición genética sin remedio, los estudios más recientes revelan que el estilo de vida tiene mucho que ver. El investigador Ian Morgan, al descubrir que la miopía estaba aumentando drásticamente en ciertas regiones, cuestionó la idea de que fuera únicamente hereditaria. Al parecer, las condiciones ambientales, como la falta de exposición a la luz natural, juegan un papel crucial.
Uno de los factores más alarmantes detrás de la creciente tasa de miopía en los jóvenes es la falta de tiempo al aire libre. En países como Taiwán, donde la miopía ya es una epidemia de salud pública, se descubrió que los niños que pasaban más tiempo en exteriores tenían menos probabilidades de desarrollar problemas visuales. Esto se debe a la liberación de dopamina en la retina, un neurotransmisor que ayuda a prevenir el alargamiento del ojo. Este hallazgo es clave para comprender cómo proteger nuestra vista.
La buena noticia es que puedes actuar ahora para prevenir o frenar la progresión de la miopía. La recomendación más efectiva es simple: pasar al menos dos horas al aire libre al día. No es necesario estar bajo el sol directo, basta con caminar o estar en un lugar donde la luz del día pueda estimular la producción de dopamina en tus ojos.
Además, los especialistas sugieren que, al leer o trabajar en tareas que impliquen esfuerzo visual cercano, como mirar la pantalla de un teléfono o computadora, hagas pausas regulares. Cada 30 minutos de trabajo cercano, toma al menos 10 minutos de descanso, idealmente mirando objetos lejanos o, mejor aún, saliendo a caminar un poco.
Leer de cerca con poca luz y pasar horas frente a las pantallas es un cóctel peligroso para la vista. Sin embargo, no todo es malo. Si tomas algunas precauciones, como mantener una buena iluminación mientras lees y salir a disfrutar del aire libre, puedes protegerte de la miopía y sus complicaciones.
Recuerda que el futuro de tus ojos está en tus manos. No se trata solo de evitar la lectura en condiciones inapropiadas, sino de adoptar un estilo de vida más equilibrado, que incluya tiempo al aire libre y descansos regulares.