Sinopsis y trama: La historia comienza de una manera bastante desconcertante: una chica es perseguida por un ente invisible, pero ¡oh sorpresa! Esa escena dura solo unos segundos y ya nos lanzan a los créditos. Esto es solo el principio de un largo viaje en el que las reglas de las películas de terror parecen no existir.

Un grupo de cinco adultos (en lugar de los típicos adolescentes) decide emprender un viaje a una zona rural, pero lo hacen de una manera tan torpe que te dejará rascándote la cabeza .

En su camino, se encuentran con una niña perdida que les pide ayuda para encontrar a su abuelito, pero, como suele suceder en las películas de terror, lo que debería haber sido una decisión sensata (llevarla a la policía) se convierte en una pésima idea: la llevan a una casa que tiene todo lo que esperas en una película de terror: un ambiente extraño, luces apagadas y personajes con comportamientos cada vez más extraños. La "inteligente" del grupo, que parece tener la capacidad de hacer todas las decisiones equivocadas, empieza a meterse en líos y a tomar decisiones cada vez más irracionales.

A lo largo de la película, las muertes se suceden, pero no con el impacto que uno esperaría en una película de terror. En lugar de miedo, lo que genera es frustración y, muchas veces, risa. Por ejemplo, cuando uno de los personajes se convierte en el héroe borracho, y otro se queda atrapado en una situación ridícula, las cosas se vuelven tan absurdas que es casi imposible tomarlas en serio.

La edición y los errores: Uno de los puntos más comentados de The Culling son los errores de edición. Las escenas no tienen coherencia, los personajes cambian de lugar de forma inexplicable y las muertes son tan mal ejecutadas que, en lugar de provocar terror, te sacan una risa nerviosa. La famosa "escena de la rubia muerta con un hachazo" es un claro ejemplo de cómo la película no tiene la fluidez ni la lógica que esperarías en una historia de terror.

Actuaciones: Las actuaciones son otro punto en el que la película falla rotundamente. Los personajes parecen estar interpretando un papel sin pasión, y no es difícil notar que los actores no están muy comprometidos con la historia. El personaje borracho es, de lejos, el más "realista" (aunque irónicamente está actuando como un borracho en un guion que no se lo toma en serio). El resto de los personajes parece estar constantemente en un estado de confusión o incomodidad, lo que solo agrega más caos a la experiencia.

Conclusión: Si bien The Culling tiene todos los ingredientes de una típica película de terror —una casa espeluznante, una niña misteriosa, rituales oscuros— lo que la convierte en un desastre inolvidable son los errores, la falta de coherencia y las actuaciones poco inspiradas. A pesar de todo esto, The Culling se convierte en una película tan absurda que, de alguna manera, logra entretener. Si vas con la expectativa de ver algo tan malo que es divertido, ¡te vas a morir de risa!