Si eres zurdo, seguro has notado que, en cada rincón, el diseño de casi todos los objetos —desde tijeras hasta escritorios— parece estar hecho para personas diestras. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué existen los zurdos?
Aunque hoy no se les presta tanta atención, históricamente los zurdos fueron vistos como un fenómeno extraño, y en algunos casos, hasta temido .
Pero, ¿qué determina si una persona será zurda o diestra? Resulta que no es una simple cuestión de elección personal, sino que está influenciada por una combinación de factores genéticos, hormonales e incluso la posición del feto en el útero. Si tienes padres zurdos, tienes un 25% de probabilidades de serlo tú también. Y curiosamente, se ha demostrado que los varones tienen más probabilidades de ser zurdos que las mujeres.
A pesar de la teoría que sugiere que ser diestro podría haber sido una ventaja evolutiva para la cooperación y el lenguaje, los zurdos también tienen sus ventajas. En deportes de reacción rápida, como el béisbol o el tenis de mesa, los zurdos tienden a tener una ventaja, ya que sus movimientos son más difíciles de anticipar para la mayoría de los jugadores diestros. Aunque, en la guerra, los zurdos se enfrentan a un gran desafío, ya que el equipo militar está diseñado para personas diestras, lo que aumenta sus riesgos.
A lo largo de la historia, los mitos sobre los zurdos han sido muchos: se cree que son más inteligentes, más artísticos e incluso que viven menos, pero nada de eso está respaldado científicamente. Lo que sí se ha encontrado es una posible relación con ciertos trastornos mentales, aunque esto no debe alarmarte.
Hoy en día, los zurdos son simplemente personas con una dominancia motora diferente, que se enfrentan a un mundo hecho a medida para los diestros. Y aunque la ciencia no tenga todas las respuestas sobre por qué siguen existiendo, lo cierto es que no son ni más torpes ni más "siniestros", solo incomprendidos. Al final, no importa si eres zurdo o diestro, lo importante es aprender a adaptarte al mundo tal y como es, ¡y nunca dejar de aprender!