Es una pregunta que nos invita a reflexionar sobre el tiempo, el cosmos y los eventos que, aunque fascinantes, no alcanzaremos a vivir. Imagina por un momento un futuro tan lejano que ni siquiera las generaciones más distantes de tus descendientes podrán presenciar ciertos momentos extraordinarios.
En el año 6009, por ejemplo, se alcanzará un hito astronómico: un año que será igual al invertirse .
Pero, aún más cerca de nuestra realidad, la naturaleza misma de nuestro planeta nos dice que en unos pocos millones de años las Cataratas del Niágara ya no existirán, y los anillos de Saturno desaparecerán. Aunque el futuro de la humanidad se ve lleno de maravillas cósmicas, perderemos cosas irrepetibles como los eclipses solares o incluso las famosas cataratas que tantos admiramos.
En este texto te invito a ver el mundo desde una perspectiva diferente: no solo mirando al futuro, sino también al pasado, y cómo nuestra existencia es solo un momento fugaz en el gran esquema del universo. Y aunque no podamos vivir todos esos eventos, el presente, con todos sus pequeños momentos, sigue siendo un regalo invaluable.