¿Cuántas veces has dicho "mañana lo haré"? ¿Cuántas veces has postergado tus sueños y objetivos esperando que las condiciones sean perfectas? Si te suena familiar, es porque todos hemos caído en ese ciclo de excusas. Pero la realidad es clara: el mañana no está garantizado.
La vida no espera a que estés listo, no se detiene a que tengas la motivación perfecta o el conocimiento ideal .
Es fácil pensar que alguien más vendrá a salvarnos, que un día todo encajará. Pero esa es solo una ilusión. Nadie va a venir a cambiar tu vida, solo tú puedes hacerlo. Si sigues esperando, sigues perdiendo tiempo. Y, como bien sabes, el tiempo no se puede recuperar.
Es hora de despertar, de dejar atrás las excusas y la victimización. La vida no te debe nada, pero tú sí tienes el poder de transformar tu futuro. Si sientes miedo, úsalo como impulso. Porque hoy es el día. No mañana, no el mes que viene, no el próximo año. Hoy es tu momento.
Deja de lamentarte, deja de esperar el "momento perfecto".