Cuándo y cómo se creó la corteza continental

La corteza continental es la capa sólida y externa de la Tierra que forma los continentes y las plataformas continentales. Es menos densa que la corteza oceánica, lo que le permite sobresalir sobre el manto terrestre y formar las masas de tierra que conocemos como continentes.

La formación de la corteza continental es un proceso complejo que se ha desarrollado a lo largo de miles de millones de años .

Durante el Arcaico, hace aproximadamente 4.000 millones de años, la corteza primitiva de la Tierra era predominantemente máfica, compuesta principalmente por rocas ricas en hierro y magnesio. Con el tiempo, a través de procesos tectónicos y magmáticos, se produjo la diferenciación de la corteza, dando lugar a una corteza más félsica y menos densa. Este proceso involucró la fusión parcial de la corteza preexistente y la segregación de fundidos félsicos, lo que resultó en la heterogeneidad de la corteza continental.

La corteza continental es más gruesa que la corteza oceánica, con un grosor promedio de aproximadamente 35 a 40 kilómetros. Está compuesta principalmente por rocas ígneas como el granito, que contienen minerales ricos en sílice. Esta composición le confiere una menor densidad en comparación con la corteza oceánica, permitiéndole flotar más alto sobre el manto terrestre.

La corteza continental desempeña un papel fundamental en la sostenibilidad de los ecosistemas terrestres y en la formación de montañas y otros rasgos geográficos. Su estudio proporciona información valiosa sobre la historia geológica de la Tierra, incluyendo cómo se han formado y fragmentado los supercontinentes a lo largo del tiempo geológico.

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